La barbarie no es solamente propiedad de Latinoamérica, sino que en Europa también ocurre en los Estadios de fútbol y ahora sucedió en Bélgica.

Mientras los dos gigantes disputaban el Clásico que Standard Lieja ganaba 2-0 como local, la afición de Anderlecht arrojó tantas bengalas al campo de juego que obligó a la suspensión del encuentro cuando apenas se jugaban 30 minutos del primer tiempo.

Los goles los habían anotado Razvan Marin a los 23 y Paul-Jose Mpoku a los 30, y fue justamente allí cuando los fanáticos visitantes no sosportaron la superioridad del dueño de casa y obligaron, violentamente, a postergar el cotejo entre los dos colosos.

Si bien todavía es todo muy reciente, ya se especula con que le darán el compromiso por ganado al Lieja, que contó con el portero mexicano Guillermo Ochoa como titular, y que habrá fuertes sanciones a futuro para Anderlecht.

Con estos eventuales tres puntos, el vencedor quedará tercero en la tabla de posiciones a dos unidades del líder Genk, mientras que el rival marcha quinto con diez puntos menos que el Lieja.