Sin dudas, esta temporada está siendo la mejor de toda su carrera para Alejandro Gómez, amo y señor del Atalanta.

Este martes, el Diez del equipo de Bérgamo fue la figura ante Parma, que arrancó ganando de local.

Los de Gasperini, que arrancaron dormidos, empataron a los 70 minutos y después el Papu hizo de las suyas.

Arrancó en velocidad en la mitad del campo de juego, tiró un caño y clavó un golazo de zurda en el segundo palo.

Automáticamente, después de la jugada, Gasperini le dio un beso y lo sentó en el banco de suplentes.

Y sí, se viene la Champions y la cita con la historia que tiene Atalanta.