Por primera vez en muchas temporadas, Paris Saint-Germain ha tenido un arranque fatal, para sus tan exigentes aspiraciones, por la Ligue 1.

El club parisino en la recta final debió recibir este sábado en el Parque de los Príncipes al Lille en el encuentro más importante que le quedaba por enfrentar. Es que su rival de hoy era el segundo en la tabla de posiciones.

En un arranque donde Neymar y Kylian Mbappé fallaron claras oportunidades de gol, la visita abrió el marcador a los veinte minutos de juego gracias a Jonathan David.

En el segundo tiempo, la precisión del equipo de Mauricio Pochettino frente al arco fue prácticamente nula y la posesión de balón no significó una superioridad en el marcador frente al Lille.

Una pésima actuación del equipo parisino, que con tal solo ver el partido te podías dar cuenta la imprecisión de todos. Tal vez el punto más bajo en este sentido haya sido el partido de Neymar: a los 89 minutos se fue expulsado por doble amarilla.

Dinos qué fue peor para PSG: el resultado ante Lille, la roja a Neymar, perder el liderato de la Ligue 1, caer de local contra el Lille por primera vez en 24 años o perder por primera vez desde septiembre del 2007 tres veces de local consecutivas. Sí, difícil.