Este miércoles, Barcelona recibió al Espanyol por la Jornada 35 de la Liga Española con la necesidad de ganar para todavía soñar con quitarle el primer puesto al Real Madrid.

En un encuentro donde nuevamente volvieron a jugar mal, el conjunto azulgrana ganó por la mínima y para colmo condenó al descenso a su rival en el derbi catalán.

Después del pitazo final, que se dio a los 95 minutos de partido, todo era tristeza del lado del Espanyol.

Sin embargo, Lionel Messi tuvo un gran gesto con el entrenador rival, Francisco Rufete, quien justo había quedado a su lado cerca de la banda derecha.

El Diez y capitán del Barcelona se acercó para consolarlo por la pérdida de la categoría y el técnico respondió con una mueca de sonrisa.

Después de 26 temporadas, Espanyol ha perdido la categoría.