Desde la lesión ligamentaria de Gerard Piqué en la rodilla derecha, Barcelona sufrió varios problemas defensivos, principalmente en la zaga central.

El bajo nivel de Lenglet y la poca experiencia de Mingueza y Araujo hicieron que el equipo catalán extrañe demasiado a uno de sus líderes. Ni la vuelta de Umtiti le trajo soluciones a Koeman.

En la última práctica, el equipo culé tuvo la gran novedad de contar con un Piqué muy evolucionado de su lesión, entrenándose a la par de sus compañeros. El central apunta a llegar al duelo contra el PSG por los octavos de final de la Champions League y, si todo sigue de esta manera, dependerá del entrenador si lo utiliza o no.

La última semana fue clave para el catalán, habiendo intensificado sus trabajos en el campo de juego para probar el estado de su rodilla.

El próximo domingo se cumplirán tres meses de su lesión, a la que decidió recuperar con un tratamiento conservador. Mientras tanto, Barcelona enfrentará a PSG por la Champions League el próximo martes y su presencia en el campo de juego será la gran incógnita de la jornada.