Thibaut Courtois fue el único jugador del Real Madrid despedido con aplausos del Santiago Bernabéu tras la inesperada derrota ante Girona por La Liga.

El público Merengue valoró la actitud del portero belga al ir a buscar de cabeza un centro en el último minuto de adición.

Y si bien es cierto que un empate ante Girona en el Santiago Bernabéu lejos hubiera estado de ser un milagro para Real Madrid, hubiera sido muy distinto si ese gol lo conquistaba nada menos que Courtois.

Vaya si estuvo cerca el portero, porque ganó con mucha técnica en el aire y su cabezazo salió besando el poste.

Al final, el que terminó celebrando un triunfo histórico fue Girona, que regresó a Cataluña con un marcador favorable de 2-1.