Pese a tener 20 años recién cumplidos, Matthijs De Ligt tiene el caracter de un futbolista experimentado e incluso sus mismas exigencias y pretensiones.

Lo demostró durante el presente mercado de fichajes, con algún que otro capricho antes de aterrizar en Turín. 

Lo corroboró en el inicio de la Serie A, al manifestar su malestar por no haber jugado ni un minuto en el debut con victoria de Juventus sobre Parma.

“Naturalmente hubiera preferido jugar y no recibí ninguna señal durante los entrenamientos, así que no esperaba estar en el banquillo", expresó De Ligt post partido.

Aunque luego suavizó el tono de sus primeros dichos: “Obviamente, respeto la decisión del entrenador. Debo ser realista, aún me estoy adaptando aquí, en Italia. Los defensas que jugaron, Bonucci y Chiellini, han sido considerados por mucho tiempo la mejor pareja de centrales del mundo”.

¿Cómo le caerán a Maurizio Sarri los dichos del defensor holandés?