Luego de una primera etapa en la que el equipo sacó a relucir varios momentos de buen fútbol, Barcelona se lanzó al complemento con la intención de comenzar a cerrar la historia y extender la ventaja impuesta por el golazo de Lionel Messi,
Transitándose el inicio de la segunda etapa y con el equipo de Ronald Koeman volcado al ataque,Athletic Bilbao, sin muchos merecimientos de por medio, llegó al empate gracias a una jugada que generó fastidio y mucho enojo en la delegación Culé.
En pos de cortar un centro enviado desde la banda izquierda, Jordi Alba, ante la presión impuesta por parte de Óscar De Marcos, buscó cortar el mismo en una zona más que peligrosa y a escasos metros de su arco. Sacando un remate certero, el defensor Blaugrana terminó metiendo el gol en propia puerta pese a la desesperada reacción deMarc-André ter Stegen.
Poniendo el grito en el cielo, Alba le recriminó al árbitro del partido que sancionase una supuesta falta cometida por su adversario. Luego de validar el tanto al instancias del VAR, Mateu Lahoz le mostró la amarilla a Jordi por las constantes quejas lanzadas para que la conquista fuese anulada.