El duelo entre Liverpool y Manchester City estuvo llenó de polémica. Michael Oliver, el arbitro del partido, no cobró dos penales claros para los visitantes. Uno de ellos terminó deviniendo en el gol de Fabinho.

Guardiola se mostró muy enojado por las decisiones del juez y hasta lo increpó a terminar el partido. El español antes del partido había resaltado los beneficios arbitrales hacía los Reds.

Al respecto, José Mourinho habló y le pegó un palito a Pep: “El City es demasiado bueno como para estar llorando durante una semana por un incidente".

Y agregó: "Deberían concentrarse en el partido y en lo que podrían hacer mejor. La principal cuestión es la consistencia. El partido fue muy bueno y hay mucho sobre lo que hablar".

Pero no fueron todas malas, el ex-Manchester United aconsejó como hay que jugarle al equipo de Jurgen Klopp:  "Yo me preocupaba en la distancia entre mis cuatro defensas. Mané y Salah aprovechan los errores y juegan por detrás de los rivales, tienes que dejar una distancia mínima en la línea de defensiva”.

Para finalizar, Mou dio al Liverpool como casi campeón de la Premier: “Creo que está hecho a menos de que se produzca algo dramático en materia de lesiones que rompa al equipo”.