El juego de Sergio Ramos siempre está al límite de lo brusco y lo mal intencionado. Hoy, una vez más, lo sufrió un rival.

En el comienzo de Viktoria Plzen y Real Madrid, el capitán de la Casa Blanca le pegó un codazo a Milan Havel. 

Era para roja directa, sin dudarlo, pero el árbitro ni siquiera cobró falta. Eso sí, las imágenes de la televisión hablaron por sí solas.

El del Viktoria Plzen quedó tendido en el campo de juego y con mucha sangre en su nariz.