Una noticia ha sacudido completamente al mundo del fútbol. En la madrugada europea del lunes, 12 clubes anunciaron en conjunto la creación de la Superliga Europea, una competencia internacional que será disputada por un selecto grupo de equipos fundadores y 5 restantes que accederán a la misma según sus respectivos rendimientos en las ligas locales.

Manchester United, Arsenal, Chelsea, Tottenham, Manchester City, Liverpool, Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Inter de Milan, Milan y Juventus son 12 clubes fundadores que participarán sin falta en cada una de las ediciones desde su implementación (podría ser en agosto de este mismo año) en adelante.

La UEFA, que se siente más desautorizada que nunca, debió salir al cruce para mostrar su autoridad. En un 'contra-comunicado' publicado más temprano, la federación que acoge a la UEFA Champions League y a las principales ligas del continente, fue determinante y aseguró que "seguirán unidos en sus esfuerzos para detener este falso proyecto, un proyecto que se fundamenta en el interés propio de unos pocos clubes en un momento en el que la sociedad necesita más que nunca la solidaridad". 

Además, el ente citó las palabras de la FIFA y fue determinante: "Como ya anunciaron la FIFA y las seis federaciones, los clubes en cuestión no podrán jugar en ninguna otra competición a nivel nacional, europeo o mundial, y sus jugadores podrían verse privados de la oportunidad de representar a sus selecciones nacionales".

Mientras ya se habla de desafiliaciones masivas o incluso de una posible suspensión de la UEFA Champions League, en Argentina comienzan a pensar en el último punto del anterior párrafo. ¿Podría Lionel Messi quedarse sin su último mundial en caso de que su equipo termine siendo finalmente parte del torneo? 

 

+ Messi y los mundiales

Leo tuvo su primera cita mundialista en 2006, cuando José Pékerman lo llevó siendo ya una de las figuras más prometedoras del fútbol. Su equipo cayó ante Alemania en cuartos y su imagen sentado en el banco de suplentes recorrió el planeta. En 2010, con Diego Maradona como DT, se repitió el mismo resultado ante el mismo rival pero en Sudáfrica. Con Alejandro Sabella, en 2014 mostró su mejor versión con la albiceleste y llegó a la final, cayendo por tercera vez consecutiva frente a los germanos. En Rusia, una improvisada selección terminó siendo eliminada ante Francia, el futuro campeón.