Todo era risa y felicidad en el Signal Iduna Park. El Borussia Dortmund se floreaba ante su eterno rival, el Schalke 04 y lo goleaba, justamente, por cuatro goles antes de finalizar el primer tiempo.
Sin embargo, un gol cantado fallado por Pierre Aubameyang inició el declive del local a los diez minutos de iniciado el complemento. A los 61, llegó el primer recado: un cabezazo de Guido Bürgstaller sirvió para el descuento del Schalke.
Con el impulso del primer gol, enseguida llegó el segundo. Amine Harit remató un centro desde el costado y preocupó al Dortmund. La preocupación empeoró cuando Aubameyang vio la segunda amarilla en el 72′ y se fue precipitadamente a las duchas.
Trece minutos después de la expulsión, Daniel Caligiuri inventó con una jugaa preparada el gol que derivó en el 4 a 3. Los visitantes recuperaban la ilusión y soñaban con la remontada.
El tanto del italiano impacientó a los dirigidos por Peter Bosz, que no supieron mantener el resultado y sufrieron el golpe de knock out por parte del central Naldo, quien cabeceó con violencia tras un saque de esquina que sirvió para decretar el resultado final cuando restaban tres minutos para el final del partido.