En una semana, Real Madrid deberá empezar su defensa del Mundial de Clubes y jugar las semifinales. Si gana en su debut jugará la final tres días después.

Este miércoles, la Casa Blanca cayó goleado en el Santiago Bernabéu ante el CKSA Moscú pero las malas noticias para ellos no terminaron allí.

Pasada la hora de juego, Gareth Bale se torció el tobillo derecho, se quedó inmóvil en el piso y debió ser atendido.

Pese a ello, Santiago Solari no lo sustituyó y finalizó el partido, aunque mostró claras señales de dolor.

En diez días, River podría enfrentar al Real Madrid y, hoy, Bale parece estar entre algodones.