Recibiendo un duro cachetazo en los primeros minutos de partido, Juventus pasó a perder el Derbi de Turín ante Torino a raíz del gol de Nicolas N'Koulou a los 9' de encuentro. La visita, aplicándole un duro golpe al dueño de casa, decidió tomar el protagonismo del cotejo desde el inicio del mismo.

Pasados los minutos y ante la falta de respuestas, Andrea Pirlo decidió mover el banco de suplentes y llevar a cabo varias variantes: así como antes había elegido a Aaron Ramsey, a los 70 y con un panorama relativamente negativo, el técnico italiano optó por mandar a Weston McKennie al terreno de juego para llegar al empate.

Apenas siete minutos después, el jugador de Estados Unidos se despachó con un gran tanto de cabeza para clavar el empate parcial. Aunque el futbolista resolvió de gran manera la situación, lo cierto es que todos los abrazos y felicitaciones fueron para Juan Guillermo Cuadrado.

Recibiendo el esférico a unos cuantos metros del área rival, el colombiano, a quien hacía unos pocos minutos le habían anulado su tanto, frotó la lámpara y sacó un centro fenomenal para dejar a varios jugadores de la Juventus de cara al gol. Finalmente, McKennie se hizo presente con un gran cabezazo para igualar la historia.