Barcelona nunca estuvo cómodo en ataque contra Real Sociedad. Igualmente, puso dos goles en cincuenta minutos en Anoeta.

Primero fue el turno de Antoine Griezmann, quien empató el marcador después del penal de Mikel Oyarzabal. Después le tocó al otro sector del tridente ofensivo azulgrana.

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Sergio Busquets metió un pase bárbaro para Lionel Messi, quien picó justo a la espalda de la última línea del dueño de casa.

El Diez y capitán del Barcelona llegó mano a mano ante el arquero y hasta se había perfilado para definir él el gol.

Sin embargo, lo tenía del otro lado a Luis Suárez y le cedió el gol 2-1: le pasó el balón y el uruguayo definió de primera el gol.

Las ventajas de ser amigo del mejor jugador del mundo.