Este sábado, en primer turno, Atlético de Madrid visitó al modesto y necesitado Elche y sufrió más de la cuenta para quedarse con tres puntos extremadamente importantes en la lucha por el título. Es que la pelea por sumar la estrella en La Liga de España está que arde, con Real Madrid, Barcelona y Sevilla como los otros protagonistas de la misma.

En ese contexto, el conjunto Merengue, que llegó tras empatar 1-1 como local de Chelsea por la ida de las semifinales de la UEFA Champions League, se presentó en el estadio auxiliar Alfredo Di Stéfano con la necesidad imperiosa de hacerse con la victoria para no perderle pisada a la formación que comanda Diego Pablo Simeone.

Enfrente, Osasuna, un equipo con otro potencial y una realidad muy diferente que naufraga en la mitad de la tabla de posiciones pero que salió al campo de juego de la capital española con la misión de ponerle las cosas difíciles a Real Madrid. Y así fue, al menos en el primer tiempo: es que el descanso llegó con un rotundo empate 0-0 en el marcador.

Sin embargo, en la recta final de la etapa complementaria, la historia cambió por completo. Eder Militao ganó de arriba a los 31 minutos de dicho período final y rompió con la monotonía. Y luego llegó lo inesperado: instantes después, Casemiro se llevó la pelota por delante y, de manera completamente involuntaria e insólita, puso el 2-0.