Paris Saint-Germain es el dominador del fútbol de Francia. Hace algunas semanas, debido a la presencia de la pandemia del coronavirus, fue campeón de la Ligue 1. Y, recientemente, hizo lo propio en la Copa de Francia.

Pero el equipo comandado por Thomas Tuchel, que enfrentará a Atalanta en la presente edición de la UEFA Champions League, buscaba la triple corona en el ámbito local y este viernes se presentó con dicho objetivo.

En el mítico Parque de los Príncipes de la capital francesa, el poderoso equipo capitalino se encontró frente a frente con el peligroso Olympique de Lyon en el marco de la gran final de la Copa de la Liga de Francia.

Por supuesto, PSG era el gran favorito para quedarse con el título, pero lo cierto es que el compromiso se presentó más complejo de lo que se esperaba y culminó con un empate sin goles al cabo del tiempo suplementario.

Como consecuencia de ello, la resolución del ganador del título debió definirse desde los tiros desde el punto penal. Y allí fue cuando se paralizaron todos los corazones de un estadio que contó con público.

Desde los doce pasos, todos acertaron hasta que Keylor Navas le tapó el penal a Bertrand Traoré. Posteriormente, Pablo Sarabía no falló y Paris Saint-Germain se impuso por 6-5 ante Olympique de Lyon.