Resulta inexplicable que un futbolista que en los últimos partidos ha sido suplente en Southampton, por decisión del entrenador Mauricio Pellegrino, pueda haber generado una disputa entre dos gigantes como Manchester City y Barcelona.
Pero lo cierto es que Virgil Van Dijk está en la mira de ambos clubes y los Citizens habrían tomado ventaja en la carrera por su fichajes con un ofrecimiento de 68 millones de euros.
La suplencia del holandés podría tener que ver con la presión que este ha ejercido para que su equipo lo deje partir, enterado de que hay equipos que le ofrecen dar un nuevo salto en su carrera.
En la Premier ya había sonado para varios equipos al inicio de la temporada y en Barcelona se volvió objetivo desde que se confirmó que Mascherano continuará con su carrera en el fútbol chino.
El contrato de Van Dijk con Southamptontiene vigencia hasta 2022, pero el desgaste de las relaciones por los constantes intentos del futbolista por salir, sumado al mal trago que le representa ser relegado al banco de los suplentes, podría anticipar el final del vínculo.