Es hora de terminar con la mentira, el 12 de marzo no es el día de Internet pero si de la Web, y es que no son la misma cosa. A pesar de que la gente comúnmente las confunda, la Internet existía mucho antes de la creación de la Web y es vital para el funcionamiento de ésta última.

Las páginas web que se visitan a la hora de ingresar en un navegador comienzan con www, estas son las siglas de la World Wide Web, que se inventó el 12 de marzo de 1989, por el físico Sir Tim Berners-Lee. Un año más tarde las primeras computadoras hogareñas hicieron su aparición y rápidamente fue la red fue incorporadas en ellas, pero ésto sólo fue posible gracias a un invento anterior: Internet.

Internet representa a la red de computadoras interconectadas en distintos puntos del mundo, mientras que la Web representa a la casi infinita cantidad de páginas que se pueden ver dentro de Internet. Es decir, que para ingresar a la web desde cualquier dispositivo, utilizas Internet para meterte en ella.

El error común de creer que ambas son lo mismo recae en que sólo después del invento de Berners-Lee fue posible conectar Internet con los datos, archivos y documentos que ésta podía almacenar.

Por su parte, el Internet tiene su origen en la época de la Guerra Fría (entre Estados Unidos y Rusia), como parte de un proyecto de investigación militar. El científico norteamericano Joseph Carl Robnett Licklider fue quien sentó las bases para permitir la conexión entre computadoras a distancia, con su concepto de "Red Galáctica", donde un conjunto de computadoras, globalmente conectadas, pudieran acceder a datos y archivos desde diferentes lugares.

Licklider estaba a cargo del programa de investigación informática DARPA en el Departamento de Defensa de los Estados Unidos en 1962 y cuatro años más tarde ARPANET era creada, que con el tiempo terminó por convertirse en lo que se conoce como Internet.

Internet es entonces la infraestructura que permite funcionar a la Web, mientras que la Web permite que la información se desplace por todo Internet de una manera simple, sencilla y accesible para todos los usuarios.

Sin Internet no existiría la Web y sería imposible el traspaso de información, mientras que sin Web, la gran mayoría de los usuarios no podría acceder a la información que hay en Internet a menos que tuvieran los conocimientos informáticos avanzados y requeridos para hacerlo.