Quizás lo que más ha definido a la nueva generación de consolas es lo difícil que es conseguir una, debido al poco stock de PS5 y Xbox Series X|S comparado con su demanda. Lamentablemente para los consumidores, parece que esta situación se podría estirar hasta el 2023.

Así lo afirmó Toshiba en un reporte de Bloomberg, quienes afirmaron que los chips reguladores de energía que ellos fabrican y que son cruciales para producir consolas seguirán escaseando hasta 2022, y en algunos casos hasta 2023. 

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"El suministro de chips seguirá siendo muy reducido hasta al menos septiembre del próximo año", aseguró Takeshi Kamebuchi, un director de Toshiba. "En algunos casos, los clientes no los recibirán hasta 2023". Esto desemboca en que Sony y Microsoft no pueden producir las suficientes unidades para satisfacer a todos.

Agregó que los fabricadores de consolas son de los "clientes más demandantes", pero que ninguno está recibiendo el 100% de lo que pide. Una solución que está buscando Toshiba es una inversión de U$S545 millones para incrementar su producción hasta 2024.

Sin embargo no están seguros de que sea suficiente, por lo que parece que habrá que acostumbrarse a la poca disponibilidad de estos sistemas, que a pesar de la pandemia y su corto stock, han estado vendiendo espectacularmente bien