La despedida del Estadio Azul en el partido de Leyendas entre América y La Máquina Cementera contó con la magia, una vez más, del eterno e inolvidable Cuauhtémoc Blanco.

El ídolo azulcrema probó al arco desde larga distancia y la colgó de un ángulo al mismo tiempo que se divertía con quienes lo rodeaban en la previa al encuentro amistoso.

El memorable número 10 del Seleccionado de México se rió, compartió buenos momentos y de paso hizo gala de su excelsa pegada que siempre lo ha distinguido y que lo llevó a participar de tres Mundiales con el Tricolor.

Blanco fue elegido como gobernador de Morelos en los últimos meses y, lejos de ser Director Técnico, se lo nota alejado del fútbol e involucrado en la política, aunque cada tanto se permite estos gustos para deleitar a los amantes del balompié nacional.