En las carreras puede suceder cualquier cosa, hasta el último instante no se sabe quién será el primero en cruzar la meta. Pero existen circuitos en los que desde la previa se sabe que saldrá una buena carrera. Y si no es un buen espectáculo, dicha competencia se ve igual.
Esto es porque existen algunos circuitos místicos que han estado presentes por muchos años en la Fórmula 1. Algunos son mejores que otros, pero todos tienen el mismo estatus de joyas. Por eso, a continuación, un repaso con los circuitos con más temporadas en la Fórmula 1.
5) Interlagos:
Interlagos, en Brasil (Getty Images)
El José Carlos Pace es uno de los circuitos más rápidos que tiene el calendario actual y una visita casi obligatoria. Presente en 38 oportunidades, su debut fue en 1972 y tuvo como ganador al argentino Carlos Reutemann a bordo de un Brabham.
4) Spa Francorchamps:
Spa Francorchamps, el circuito del Gran Premio de Bélgica (Getty Images)
El circuito de Bélgica es uno de los más largos que tiene el calendario actual y mezcla grandes rectas con difíciles curvas. La máxima categoría lo visitó en 54 oportunidades. También estuvo presente en la temporada 1950 y el primer ganador allí fue el argentino Juan Manuel Fangio.
3) Silverstone:
Silverstone, un ícono del automovilismo (Getty Images)
El típico circuito británico es otra de las joyas que tiene la Fórmula 1. Allí se corrió en 56 ocasiones. 55 como Gran Premio de Gran Bretaña y una como el Gran Premio 70 aniversario. La primera edición fue en 1950 y el ganador fue Farina a bordo de un Alfa Romeo.
2) Montecarlo:
Montecarlo, un clásico de la Fórmula 1 (Getty Images)
Probablemente, el circuito más mítico de toda la Fórmula. Pero a su vez es el más difícil, donde se ve la verdadera habilidad de cada piloto. De aquí no salen las carreras más divertidas y la estrategia lo es todo. Está presente en el calendario desde 1950, aunque se ausentó en 1951, 1953, 1954 y en 2020 por el Covid 19.
1) Monza:
Monza, el “templo de la velocidad” (Getty Images)
Es conocido como “el templo de la velocidad”, por ende, acá no existen las carreras aburridas. Su primera aparición en la máxima categoría del automovilismo fue en 1950 (primer año de la F1) y el ganador fue el italiano local Giuseppe Farina. Faltó solamente en 1980, cuando el Gran Premio de Italia se corrió en Imola.