La FIFA está observando atentamente los acontecimientos en Siria. No es porque la nación del Medio Oriente esté clasificada al Mundial -fueron eliminados agónicamente por Australia en el último repechaje asiático- si no por el rol de Rusia en el conflicto bélico que allí se desarrolla.

Anoche el gobierno de los Estados Unidos, liderado por Donald Trump, dio la orden de atacar varios puntos de Damasco que, según denuncia, son centros de desarrollo de armas químicas con las que se realizó un ataque a puntos rebeldes en contra del régimen de Bashar El-Asad, presidente sirio.

Rusia se manifestó de inmediato a favor de El-Asad, y el mundo entero está a la espera de la respuesta que pueda tener el gobierno que lidera Vladimir Putin. El ataque de los estadounidenses, en conjunto con Reino Unido y Francia “no quedará sin consecuencias”, según dijo el embajador ruso en EE.UU, según reseñó la televisora RT.

“Rusia convocará a una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para discutir las acciones de Estados Unidos y sus aliados”, agregó el Kremlin a través de un comunicado.

Solo resta la reacción oficial del Comité Organizador del Mundial de Rusia.