Desde el viernes 18 de abril los aficionados comenzaron a retirar o recibir sus ya adquiridos ingresos. A esta altura quedan pocos partidos disponibles, pero la venta se extiende hasta el 13 de julio. Las instancias de venta de ingresos se van agotando, luego de arduas fases de aplicación y espera por asignación, FIFA comenzó a hacer tangible el sueño de los fanáticos. Las entradas se hicieron físicas, tangibles. Obtener una entrada para Brasil 2014 no fue tarea fácil, ya que el sistema online de FIFA fue el mismo para todo el mundo. La gran demanda ni cerca estuvo de la oferta. Tres millones de entradas son las que FIFA puso a la venta, pero muchas se van a paquetes o agencias, con lo que el número es aún menor, que ya es poco para la gran afluencia que se espera. Esto le agrega emoción para los que sí se vieron beneficiados, y recibir el boleto en mano es la culminación de un sueño que demandó gran esfuerzo. En el sitio oficial de FIFA destacaron algunas historias, como la de João Bosco Correia. Eran las 10 de la mañana —faltaban dos horas para la apertura de los centros— y ya había recorrido el camino que separa Queimados, a 50 km de Río de Janeiro, del Centro de Distribución de Entradas situado en el barrio carioca de Botafogo. “He venido desde lejos, pero quería ser el primero de la fila”, cuenta João, que retiró sus entradas justo después de la persona que ocupaba el primer lugar: Vanderson Balbino, de 27 años, quien compró un total de ocho boletos, para partidos en Manaos, Fortaleza y Río de Janeiro. Y aún intentará conseguir alguno más en la fase de ventas de última hora. “No sé cuándo voy a ver un Mundial de nuevo en mi país. No quería perdérmelo”. João Bosco compró entradas como regalo de cumpleaños para su hija, que celebrará los 38 el 19 de junio, un día después de que los dos asistan juntos al partidazo entre España y Chile, en el Maracaná. Será la forma en que ambos den continuidad a una pasión que se remonta a la generación anterior: el padre de João tiene 97 años, y en 1950 vivía en São Paulo. Tomó un tren hasta Río de Janeiro únicamente para ir al Maracaná y ver el choque que decidía el torneo, en el que Brasil perdió ante Uruguay. “Es una alegría enorme poder hacer como él y ver el Mundial en el Maracaná”, afirma João Bosco. “Aunque yo confío en tener más suerte”. Pero no hubo sólo locales, también llegaron aficionados desde afuera, como el argentino Román Devit, que aprovechó las vacaciones de Semana Santa para visitar Río de Janeiro. En junio, volverá a salir de Córdoba rumbo a Brasil, donde seguirá todos los partidos de la selección argentina, para eso ha comprado un abono para selecciones específicas. “Si todo marcha bien, el abono durará, hasta ver a la Argentina campeona”, sonríe Román. “Y si le gana a Brasil en la final, mejor todavía”, bromea, refiriéndose a la rivalidad entre las dos potencias sudamericanas.
Entre el 18 y el 27 de abril los Centros de Distribución de Entradas de la FIFA que ya están abiertos funcionarán solamente los viernes, sábados y domingos.
Son 10 de 12 las sedes que ya cuentan con su Centro de Distribución. Se prevé abrir el centro de Porto Alegre en mayo, mes en el que también empezará a funcionar el de Brasilia. A partir del viernes 2 de mayo hasta un día después del último partido de la sede en cuestión, los centros estarán abiertos siete días a la semana, con los siguientes horarios: En abril y mayo: Lunes a viernes: de 12:00 a 20:00 Sábados y domingos: de 10:00 a 18:00 A partir del 1 de junio: Lunes a domingos: de 9:00 a 21:00 Información importante sobre las entradas:
