Un sufrimiento total fue lo que vivió todo un país ayer. Gracias a un gol heroico de Marcos Rojo, la Selección Argentina venció 2 a 1 a Nigeria y se metió en octavos de final del Mundial de Rusia. 

Cuando terminó el partido, los futbolistas albicelestes celebraron en el campo de juego y la siguieron en el vestuario.

Según publicó el diario La Nación, los jugadores "bailaron, cantaron y se sacaron selfies en el vestuario. Se abrazaron y lloraron, fue la descarga necesaria tras semanas de tensiones y de resultados inesperados".

Y después siguió en el micro, donde cantaron como unos fanáticos más de la Selección. La alegría no les entraba en el cuerpo.

¡Ahora van directo a comerse a Francia!