Derrota más que dolorosa para la Selección Argentina. De esas que te rompen el alma, que te golpean el pecho con una fuerza brutal. ¿Estará viva? ¿Podrá vencer a Nigeria y soñar con los octavos de final?.

Cuando terminó el duelo de ayer ante la Selección de Croacia, hubo un clima de velorio en el vestuario. Nadie habló. Hasta se pudieron ver muchos ojos llorosos. Tardaron en bañarse, salieron, se subieron al micro y partieron al hotel.

El periodista Martín Arévalo contó qué hicieron los jugadores argentinos cuando llegaron al hotel: "El plantel llegó al predio y algunos picaron algo y otros directamente se fueron a descansar. Sampaoli se dé solo y directamente a su cuarto".

Los que comieron lo hicieron completamente en silencio. Sí, continuó ese clima de velorio. Y claro, nadie quería hablar. Tampoco había mucho para decir, se había dicho todo en el campo.

Queda un partido. Argentina todavía puede meterse en octavos. Lo dijo bien claro Simeone: que se pelen a trompadas en el vestuario, arreglen las diferencias y piensen en darle una alegría al pueblo.