A lo largo y ancho de Argentina la gente se reunió para delirar de alegría, entre cánticos, banderas y bocinazos. Qué día. Qué día ayer. Las imágenes del Obelisco trascendieron, lógico, las cámaras de los canales más poderosos suelen estar ahí. Pero no es siquiera una foto de lo que fueron los festejos. El país entero, entero. Pero no los principales centros, sino que todas las plazas, las esquinas, en cada distrito y localidad la locura fue inconmensurable. Una alegría contenida desde hace 24 años. Porque el fútbol lo es todo por estas tierras. Es la razón y religión de muchos ciudadanos. Esto es discutible, no es que lo celebremos. Cuando las noticias son pálidas, cuando la pasión deriva en violencia o locuras, es parte del mismo juego. Pero no es momento, porque esta vez fue todo alegría, y vale. Muchos años frustrantes en cuanto a lo futbolístico. Y muy difíciles, como toda la historia, en cuanto a los social. Son pocas las veces en este tiempo que el pueblo se unió, sin importar clase social o ideología, en un solo grito, en la calle misma. En la esquina. Y por eso queremos sacar del foco el Obelisco, la 9 de Julio, donde por ejemplo se recuerda un gran evento en el Bicentenario. Y darle énfasis a lo micro, a las grandes y pequeñas celebraciones que se dieron en distintos puntos del país. + Foto de los festejos en el extranjero Mendoza, Córdoba, Tucumán, Rosario, Ushuaia, Mendoza y no importa el nombre. En tu barrio, tu plaza, tu esquina; sabemos que también hubo fiesta. No sólo en el país. En un shopping de Porto Alegre los argentinos desataron la locura ante la incrédula mirada de los locales: