Previo a la trilogía ante Gennady Golovkin, que tuvo lugar este sábado en la T-Mobile Arena de Las Vegas, Saúl El Canelo Álvarez había dicho que la derrota en decisión unánime que sufrió en mayo ante Dmitry Bivol le había dejado muchas enseñanzas. Una de ellas, el hecho de volverse más humilde.
En el tercer cara a cara ante el kazajo, el mexicano pudo retomar la senda ganadora imponiéndose con una decisión unánime que no dejó margen a la duda, pues fue superior a su oponente casi durante la totalidad de la pelea que le permitió a su vez defender con éxito el campeonato mundial indiscutible de peso súper mediano.
Consumada su victoria, habiendo dejado claro que no iba a regresar a los cuadriláteros al menos hasta mayo del año próximo, Canelo fue consutado sobre sus próximos objetivos con la certeza de que lo que quiere es tener revancha ante Bivol pero también que son muchos los peleadores que quieren enfrentarlo.
Fue allí que el tapatío cometió un error que no tardó en enmendar y que bien podría haber pasado desapercibido, pero que sus detractores no tardaron en detectar para burlarse.“Mira, todos pueden ver que fuera del ring ellos creen que pueden vencerme. Pero nadie… Muy pocas personas pueden vencerme. Es muy difícil vencerme”, dijo.
La frase que corrigió era habitual en Canelo antes de su derrota ante Dmitry Bivol, pero él mismo entendió que ya no aplica y tuvo que enmendarla. Una posición un tanto incómoda que sin dudas esperará poder revertir el día que tenga revancha ante el campeón mundial de peso semipesado de la AMB.