Gilberto Ramírez tiene un desafío muy importante por delante. Tal vez, el más importante de su carrera. El próximo 5 de noviembre, en laEtihad Arena de Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos, se medirá ante Dmitry Bivol, último verdugo del Canelo Álvarez, buscando arrebatarle el título mundial de peso semipesado de la AMB y además, como declaró más de una vez, vengar al boxeo mexicano.

Pero Bivol no es el único gran objetivo del Zurdo, porque sabe que si consigue una victoria, si se adueña del cinturón de la Asociación Mundial de Boxeo, estará en una posición mucho mejor que hasta ahora para ejercer presión y conseguir una pelea justamente ante Canelo, quien hasta ahora se ha mantenido firme en su postura de no enfrentar a otros peleadores mexicanos.

“Quiero obtener todos los cinturones y quiero ser un campeón libra por libra, dijo Ramírez pensando en sus objetivos en las 175 libras, que de vencer a Dmitry Bivol lo llevarían a pensar entonces en negociar un combate ante Artur Beterbiev, dueño de los otros tres títulos mundiales en la división.

En paralelo, un combate ante Canelo incluso si el mexicano no tiene ningún título para ofrecerle en las 175 libras es su otro gran deseo.“La gente pedirá más por esa pelea y eventualmente esa pelea sucederá. Por supuesto. Nuestros caminos se van a cruzar, y tiene que suceder. Dos luchadores mexicanos en el ring, es una guerra garantizada”, aseguró.

“Depende de ellos. No lo sabemos. Pero ese es el que queremos”, concluyó para dejar en claro que si Saúl Álvarez, Eddy Reynoso y su equipo de promoción así lo desean, él aceptará encantado la oportunidad de enfrentarlo.