Nunca antes las condiciones previas a una pelea habían sido tan extraordinarias para Oleksandr Usyk, quien mientras se negociaba la revancha ante Anthony Joshua, por los títulos mundiales de peso pesado de la AMB, la OMB y la FIB, se alistaba al ejército de defensa territorial en Ucrania contra la invasión rusa.

Era una incógnita, entonces, terminar de determinar en qué condiciones físicas, pues meses atrás perdió mucho peso en muy poco tiempo; y psicológicas, pues es evidente el desgaste de poner el cuerpo y la mente en un conflicto bélico, iba a llegar al desquite con AJ, quien aseguraba haber hecho los ajustes necesarios para salir ganador esta vez.

Pero de nuevo Oleksandr Usyk fue impecable, dominó a Joshua con su estrategia y terminó llevándose en el Jeddah Superdome de Arabia Saudita una victoria en fallo dividido de los jueces que le permitió no solo mantener el invicto y el status de campeón mundial, sino también ofrendarlo a todos sus compatriotas en Ucrania.

“Esta pelea fue extremadamente importante para mi país. Los cinturones están regresando a Ucrania. Ucrania ganó. El futuro de mi país es que vamos a ganar. Los ucranianos nunca se dan por vencidos, siempre van hasta el final, siempre ganan. Vamos a ganar, dijo en rueda de prensa.