A pesar de vecinos, las rivalidades deportivas entre México y Estados Unidos no cesan. Y es que si existe un rival al que los aztecas siempre quieren vencer sin duda son a las Barras y las Estrellas, ya sea en Juegos Olímpicos, futbol o hasta en las canicas. Pero en esta ocasión los propios colindantes con el norte mexicano, reconocen que hay una joya que envidian de los tricolores y esta se llama: Sergio “Checo” Pérez.

A diferencia de lo que muchos puedan pensar, los estadounidenses no lo tienen todo, prueba de ello, no cuentan con ningún piloto de su nacionalidad en la máxima categoría del automovilismo, la Formula Uno. Difícil de creer para uno de los países más poderosos del mundo, pero es una realidad que ellos mismos quieren erradicar y por fin tener representantes en este serial internacional.

“Es importante, porque por supuesto la gente marca la diferencia. Son los protagonistas con los que todo el mundo se identifica, con sus rostros, es algo que siempre es una referencia”, declaró el CEO de la F1, Stefano Domenicali, después de que se revelara que Estados Unidos contará con tres Grandes Premios a partir de la temporada 2023, situación apremiante para la categoría.

En esta ocasión la F1 sabe y entiende la urgencia de que las pistas de este campeonato cuenten con representantes estadounidenses, pero la hazaña no será nada sencilla de conseguir: “Pero tiene que ser real. Tiene que ser rápido, de lo contrario será un búmeran. Esa es la razón por la que también estamos trabajando con la federación americana, para invertir en ello”.

“Está claro que es un recorrido que no es fácil de realizar. Llevará tiempo, pero está en nuestro punto de mira. Y tendrá un gran impacto. Por eso estamos trabajando juntos, respetando los papeles de cada uno, pero desde el punto de vista comercial o del organizador o promotor que quiere desarrollar el negocio en Estados Unidos”, finalizó Domenicali.

Esto será complicado pues en Estados Unidos hicieron sus propios seriales justamente para no lidiar con la F1, como está el caso de la IndyCar, además de la NASCAR, la cual es un rotundo éxito, pero en la que al igual que la Indy, no hay casi representantes minorías, como el caso de afroamericanos, lo que podría abrir puertas para que en la Formula 1 encontraran un espacio, como lo logró el siete veces campeón de la F1, Lewis Hamilton.