A lo largo de la historia de Pumas hay anécdotas parecidas a la de Mateo Casares Vázquez. El juvenil sorprendió a todos cuando apareció entre los suplentes de los felinos para medirse al Atlas en el estadio Olímpico Universitario. Lo que no todo el pueblo azul y oro sabe, es que es sobrino de Guillermo Vázquez, técnico que estuvo cerca de volver a la institución.

Mateo fue parte del plantel que ganó el campeonato Sub-20 el torneo pasado bajo el mando de Carlos Humberto González. Se desenvuelve como defensor central y tuvo la oportunidad de salir a la banca por la expulsión de Arturo Ortiz y por la nula aparición de José Caicedo en este ciclo de Rafael Puente.

Aunque se puede pensar lo peor, Dale Azul y Oro logró saber que el juvenil logró hacerse un hueco dentro del Club Universidad gracias a su talento y no por su apellido. Fue uno de los elementos que acompañó al equipo a la pretemporada en Acapulco, por lo que hasta le tocó novatada.

Promete a futuro

Si bien es cierto que no tendrá tantos minutos ya que Jonathan Sánchez llegó como refuerzo y Galindo también juega de central, la realidad es que es una de las apuestas de la institución a futuro. Los que saben dentro del club aseguran que la camada que consiguió el campeonato Sub-20 dará de qué hablar muy pronto.