Más allá de confirmarse que Billy Joe Saunders sufrió la fractura de su pómulo derecho, producto de un uppercut poderoso de Canelo Álvarez, que lo obligó a ir directo al hospital tras abanonar el cuadrilátero, todavía son muchos los fanáticos que le reclaman no haber hecho algo más en combate.

El propio Edgar Berlanga, invico en ascenso en la división, dijo que, perdido por perdido, el británico tendría que haber salido en el noveno asalto a llevarse por delante al Canelo, incluso con su ojo cerrado, y que no haberlo hecho es malo para el negocio en un combate que se desarrolló ante más de 70 mil espectadores.

Pero más allá de las opiniones encontradas, fue el entrenador principal de Billy Joe, Mark Tibbs, quien salió a dar los motivos que llevaron a todo el equipo a tomar la decisión de que ya no siguiera en combate. "Su cuenca del ojo estaba hundida y no podía ver", comenzó diciendo.

Y continuó: "No obtuve la respuesta que quería de él. No obtuve la respuesta que necesitaba en la esquina y sabía que estaba hundida. Me sorprendió la respuesta que obtuve. Tuve que tirar de él...Él nunca dijo, 'No, eso es todo'. Me lo dejó a mí. Se lo tomó bien. Tenía dolor".

Finalmente, contó que lo que llevó a Saunders a ser operado en Dallas no fue una sino varias fracturas en el hueso orbital de su ojo derecho. Ya en declaraciones posteriores a la pelea, el promotor de MatchRoom Boxing Eddie Hearn había avisado que la recuperación del ahora excampeón mundial británico llevaría un tiempo largo.