Los fantasmas del caso Ilaix Moriba vuelven a situarse sobre Barcelona. La forzada salida del canterano el pasado verano dejó huella en un directiva que no quiere más jugadores que no estén comprometidos al 100% con la entidad Culé. A solo un par de meses para que la situación sea irreversible, Joan Laporta asume que es el momento de tomar decisiones.

La situación del canterano indignó a todos en la ciudad condal. Pese a que le consideraba como una de las piedras en la reconstrucción Culé, Moriba decidió no aceptar las propuestas de renovación ofrecidas por la junta directiva y a cambio, forzó la cuerda hasta que Laporta tuvo que dejarlo en la grada y sin minutos. RB Leipzig vino, pagó 15 millones y Barcelona perdió en unos meses a la última perla de La Masía.

Puño de hierro

MARCA es quien se anticipa a lo que viene en Barcelona. Tanto Koeman como Laporta confían en que la renovación de Ousmane Dembelé se acabe consiguiendo, aunque son conscientes que a falta de solo 65 días para el jugadores sea libre las cosas no pueden estar peores. Mientras se termina de recuperar de sus lesiones, el club le habría dado un ultimátum.

Dembelé ya ha sido advertido de forma contundente: “O firmas o a la grada”. Barcelona desea retener al galo, pero no lo hará sabiendo que este le quita el lugar en el once a un jugador con futuro en la entidad mientras el mosquito se foguea ante la lluvia de ofertas que su representante recibirá en los primeros días del mes de enero.

Dicho esto y de nuevo marcando su intención de no desprenderse de un jugador por el que pagaron más de 120 millones de euros, Barcelona teme que la reacción de Dembelé y su entorno al ultimátum sea justamente una que le aleje para siempre del Camp Nou. Hay un nuevo caso Ilaix Moriba en la ciudad condal, ¿Terminará igual?