Con la última derrota 2-0 ante Estonia, la selección andorrana llegó a 82 partidos sin conocer la victoria, privilegio que no goza desde 2004, cuando venció 1-0 a Macedonia.
Geográficamente incrustado entre dos potencias futbolísticas y campeonas mundiales como España y Francia, al pequeño país de menos de 77 mil habitantes no le ha tocado correr su misma suerte deportiva. Todo lo contrario, comenzó el nuevo mes convirtiéndose en la selección más perdedora de la historia, o, mejor dicho, en la menos ganadora.
No es que en Andorra no hayan nacido para el fútbol, ya que lo juegan con la misma pasión con que se practica en cualquier lugar del mundo. Pero lo cierto es que su población es menor que la de una ciudad pequeña, muy pequeña, de muchos de los países con los que le toca enfrentarse en las diferentes clasificaciones europeas.
Del fútbol catalán, región con la que están más emparentados, no parecen haber heredado más que algunos nombres que invitan a soñar con un crack, como el de Marc Pujol, presente en la última derrota ante Estonia que catapultó a los andorranos como el peor seleccionado de la historia, con un total de 82 partidos sin conocer la victoria, pero también protagonista del último triunfo de su selección, allá por 2004, cuando con un gol a éstas alturas histórico de Marc Bernaus, festejaron ante Macedonia.
Pero Andorra no es en soledad la selección menos ganadora de la historia, porque comparte dicho récord negro con Luxemburgo, otro pequeño país que mira con celo las virtudes de sus vecinos belgas y holandeses, y que entre 1995 y 2007 permaneció, también, 82 partidos sin celebrar, hasta que rompió la maldición con triunfo 2-1 ante Gambia.
+La derrota récord
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