La temporada de los Philadelphia Eagles está muy lejos de ser lo que los fanáticos esperaban y ya están pensando en la próxima, casi sin chances de Playoffs. Si no fuera porque las limitaciones de la NFC Este, el equipo ya estaría eliminado con su marca de 5-6, pero Dallas lidera la división con apenas 6-5, por lo que todavía se ilusionan con llegar.

De todos modos, el rendimiento del equipo ha encendido todo tipo de controversias y uno de los principales involucrados es Carson Wentz. El mariscal de campo había quedado envuelto en un escándalo con un jugador – que, según se presume, era Alshon Jeffery – que lo responsabilizaba por los malos resultados de los Eagles.

Por si no acaparara la atención lo suficiente, luego de la última derrota, por 17-9 ante los Seattle Seahawks, Wentz señaló quién fue, para él, el responsable de una nueva caída en esta campaña: “Tengo que ser mejor”, dijo ante la prensa tras el juego del domingo.

“Tengo que liderar mejor a este equipo, tengo que proteger más el balón…no podemos ponerlo en el suelo como lo hicimos. Comienza conmigo. Estoy frustrado”, agregó.

Está claro que el líder de la ofensiva tiene con qué estar frustrado, ya que es quien debe mover los hilos para que los planes de Doug Pederson funcionen. Sin embargo, hasta ahora no ha sido muy prolífico y, en 2019, apenas tiró para 2.530 yardas, 17 anotaciones y seis intercepciones. Además, ha corrido 188 yardas para un touchdown, pero fue capturado 28 veces y perdió el balón en ocho ocasiones (lo recuperó solo tres veces).

Todo parece indicar que Philadelphia necesitará ganar al menos cuatro de sus cinco juegos restantes, incluyendo los tres divisionales que le quedan, especialmente, el penúltimo, ante los Cowboys.

A los Eagles les resta enfrentar a Miami, New York (dos veces), Washington y Dallas, mientras que al Equipo de América le queda un calendario algo más complicado, con choques ante Buffalo, Chicago, Los Angeles Rams, y los Redskins.