Cuando parecía que los uruguayos se quedaban con una victoria épica en Barranquilla, el defensor de 22 años metió un golazo de cabeza y volvió a igualar las acciones.
Colombia y Uruguay disputaron un partido de alto voltaje, con realidades cambiantes, que hacen que el hecho de repartirse puntos termine siendo injusto por el fuerte deseo de ambos, plasmado en el campo de juego, de quedarse con la victoria.
Los Cafeteros, que buscaban un triunfo que la metiese de lleno en los primeros puestos de la clasificación, se pusieron en ventaja a los 15 del primer tiempo con un cabezazo de Abel Aguilar, quien había regresado al equipo tras seis meses de ausencia.
Pero Uruguay no acusó el golpe y a los 27 lo empató, también vía aérea, Cebolla Rodríguez, marcador que se extendió hasta el inicio del complemento.
En la segunda mitad los locales salieron con todo para recuperar la ventaja, pero cuando peor lo pasaba Uruguay apareció el espíritu goleador de Luis Suárez para dar vuelta el marcador y agendarse un récord histórico.
El partido se consumía con una nueva gesta de La Celeste, pero a los 40 minutos Yerry Mina apareció de manera sorpresiva por el área, elevándose en toda su extensión para conectar un cabezazo inatajable y volver a igualar el partido, esta vez de manera definitiva.