Damián Álvarez es uno de esos casos poco habituales y conmovedores del fútbol mundial. Criado en River Plate pero olvidado y de paso casi intrascendente por Argentina, partió a Reggina de Italia, donde tampoco jugó, y recaló en el balompié mexicano en Monarcas en 2003. Allí participó tres años en un muy buen nivel y recaló en Pachuca. Entonces, ´la rompió´ y comenzó un romance interminable con Tigres en 2010.

El ofensivo albiceleste de 38 años se retirará en breve en el equipo de Monterrey y qué mejor que hacerlo después de ganarle una Final al archirrival Rayados en su propia casa tras ir abajo en el marcador. En un gesto emocionante, el Capitán Juninho le dejó levantar primero el trofeo de la Liga a ´La Chilindrina´, quien ya para ese momento era un mar de lágrimas...

En Tigres, Álvarez es ídolo total: jugó 235 partidos oficiales, con 30 goles y 6 títulos. Además, ganó otros 8 campeonatos entre River y Pachuca. ¡Siempre hay que luchar por los sueños!