Esta es la diferencia que hace Tigres con el resto de los equipos: no necesita dominar para ganar un partido. Sus jugadores tienen tanta jerarquía que pueden generar peligro en cualquier momento.
Los Felinos derrotaron por 1 a 0 al Atlas en el Estadio Jalisco, por la octava fecha de la Liga MX y, por lo menos hasta que juegue Monterrey, serán líderes del Clausura. El único gol lo marcó André- Pierre Gignac, que alcanzó los 100 tantos en el club.
Los Zorros, que llegaban al partido con dos caídas consecutivas (la última había sido en el Clásico Tapatío por 3 a 0), fueron mejores en ese primer tiempo.
Heridos de orgullo, adelantaron todas sus líneas y presionaron bien alto a los dirigidos por Ricardo Ferretti: Juan Vigón tuvo dos buenas chances para poner arriba a su equipo, pero el portero Nahuel Guzmán y la mala puntería hicieron que esa primera mitad finalice sin goles.
En los primeros minutos de la segunda parte, el trámite se equilibró un poco, pero el final fue todo de los visitantes: Enner Valencia y un par de tiros de Gignac pudieron haber abierto el marcador antes.
Sin embargo, la primera diana llegó a los 93 minutos: un jalón sobre Luis Quiñones dentro del área fue sancionado con penal. El delantero francés fue el encargado de patear y fusilar al portero y así poner a su equipo en la cima de la tabla de posiciones, y a él, a solo tres goles de superar a Tomás Boy como el máximo goleador histórico de Los Felinos.