No pasó nada de nada en los primeros diez minutos del partido que la Selección Argentina y su par de Irak disputan en Arabia Saudita. O al menos nada que haya sido producto de la labor de los 22 futbolistas que saltaron al terreno de juego.

Es que cuando los jeques comenzaban a quedarse dormidos en sus butacas, despertaron de una carcajada al ver que el juez de línea casi se mata tras afirmar mal su tobillo.

Consciente de que había quedado expuesto no solo en el estadio sino además por la trasmisión televisiva, el simpático árbitro asistente se levantó con su mejor sonrisa, con la ayuda del capitán iraquí. 

¡Un crack!