Mucho se viene hablando sobre la situación de Dak Prescott en los Dallas Cowboys. Lo que se pudo conocer antes que le pusieran la etiqueta de jugador franquicia explica gran parte de la situación: el equipo le habría hecho una oferta millonaria al mariscal de campo, que fue rechazada.

No se dieron a conocer los números, pero la información dice que la extensión de contrato era por cinco años y su salario sería mayor al contrato de dos de los quarterbacks mejores pagos en la NFL: Carson Wentz y Jared Goff.

Con las cuentas a la ligera podríamos hablar que los Cowboys le ofrecieron a Prescott alrededor de 35 millones de dólares por temporada. ¿Por qué lo rechazo? Por los cinco años de la oferta ya que entre menos largo sea el vínculo más rápido llegaría a la agencia libre para negociar un contrato más elevado.  

 

Según versiones de prensa debido a que ninguna oferta convenció al mariscal de campo, el equipo de Dallas tuvo que acudir al plan b de etiquetarlo como jugador franquicia porque la fecha límite para definir el futuro de Prescott se acercaba y no se podían exponer a que quedara como agente libre.