La explosión de alegría para todos los jugadores de LSU luego de ganar el Campeonato Nacional de la NCAA tuvo algunas manchas durante los festejos. Por si fuera poco, la gran polémica en torno a lo que vino tras alzar el trofeo estuvo protagonizada por la superestrella Odell Beckam Jr.

Luego de la escena en la que OBJ repartió dinero en el campo tras el juego, la fiesta se trasladó a los vestidores, donde muchos atletas prendieron cigarros para celebrar. Sin embargo, la Policía de New Orleans estaba allí para advertirles que no estaba permitido y que podrían ser arrestados - algo que finalmente desestimaron y dieron libertad para fumar -.

En medio de uno de esos intercambios que un agente estaba teniendo con el guardia Damien Lewis, el ex New York Giants intervino con una particular acción: le golpeó el trasero y luego se burló de él en frente de su rostro. El policía, visiblemente confundido por la curiosa intervención, no reaccionó en el momento, lo que no quiere decir que el problema haya quedado ahí.

Este jueves, un juez rechazó un pedido de imputación por agresión sexual, pero luego el cuerpo consiguió una orden de arresto por agresión simple.

Beckham es nativo de Louisiana y jugó para los Tigers de LSU, pero ahora podría jugar con Paul Crewe para el equipo de alguna prisión estatal, ya que el delito del que se lo acusa contempla hasta seis meses en prisión y multas de hasta US$1.000.

Por ahora, el jugador no ha emitido ningún comunicado ni se ha reportado con las autoridades, pero seguramente se ponga a disposición y emita, como mínimo, una disculpa para el agente involucrado. Eso, claro está, si es que pretende enfriar la situación, algo con lo que no asociamos para nada a OBJ.

Durante la campaña 2019 hubo reportes de que el receptor quería que otros equipos lo buscaran fuera de temporada para dejar Cleveland. Sin embargo, de seguro que no querrá que el motivo de su salida de Ohio sea para pasar tiempo tras las rejas.