Diego Maradona repartió para todas partes en la conferencia de prensa posterior al empate sin goles entre Dorados de Sinaloa y Leones Negros de Guadalajara.

El argentino le pegó primero a Gianni Infantino, presidente de la FIFA, por considerar que no cumplió la palabra que le había dado y alegando que ya no le atiende el teléfono; y también criticó a aquellos compatriotas que evalúan naturalizarse para jugar con la Selección de México.

Consultado por la posición que tomó al respecto Rogelio Funes Mori, goleador de Rayados de Monterrey, Maradona fue tajante: "Soy argentino y no me iba a jugar a otro lado".

Además, agregó una conclusión que hizo subir el cuadro de agresividad: "Si a los muchachos se les ofrece la oportunidad de jugar y ganarse un Mundial, y eso les parece lindo, defender un pedazo de tela en lugar de jugársela por el corazón, me parece una distancia grande".

 

Al igual que Rogelio Funes Mori, tanto Leonardo Ramos, de Lobos, como Julio Furch, de Santos Laguna, están dispuestos a defender la camiseta del Tri si deciden tenerlos en cuenta.