El delantero de Independiente ya no quiere saber nada con los penales y espera que pronto le llegue el gol en Independiente.

Si en su escapada a China Emmanuel Gigliotti había logrado distraer a los fantasmas que lo atormentaban desde que Marcelo Barovero le tapó el penal en las semifinales de la Sudamericana 2014, que para peor terminaría ganando River; su nuevo yerro ante Alianza Lima revivió todas aquellas dudas del pasado.

Es por eso que tras la goleada de Independiente ante Patronato, donde volvió a quedarse con las ganas de anotar, el Puma reconoció que no se le hubiera ocurrido tomarse revancha desde los doce pasos en ese partido: "Si había un penal el domingo, no creo que lo hubiese pateado. No le tengo que demostrar nada a nadie. El equipo está por encima de un capricho mío".

Y pese a que el gol en partidos oficiales todavía no ha llegado para Gigliotti en su regreso al fútbol argentino, confesó estar tranquilo y comprometido con el buen rendimiento del equipo más que con el lucimiento personal: "Me fui súper feliz porque ganó Independiente", concluyó.