El velocista mexicano intentó explicar la falta de logros en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro a partir de la falta de competencia a nivel nacional.
Carlos Herrera se clasificó a la semifinal de los 200 metros llanos con un tiempo que de ninguna manera le habría permitido soñar con una final. Y no la hubo.
Frustrado, el mexicano arremetió contras las políticas deportivas de su país: “No tengo con quien entrenar en México, nadie que me pueda ganar en los primeros 60 metros. Tengo que aprender a controlar cuando alguien va delante de mí”, expresó.
Herrera, de 30 años, espera tener un último Juego Olímpico en Tokyo, pero reconoció que para ello deberá replantearse su método de entrenamiento: “En las nacionales no van los mejores a competir o no están en buena forma. Tengo que buscar la manera de mejorar”, concluyó.