Esteban Andrada fue el gran trago amargo de los cuartos de final de la Copa Libertadores en los que Boca venció a Cruzeiro por un global de 3-1. 

En la ida, ante un golpe muy fuerte de Dedé, el arquero sufrió la fractura de maxilar inferior, más generalmente de su mandíbula, y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para curar la grave herida. 

Esto lo dejó fuera de las canchas a tal punto que el Xeneize firmó un nuevo arquero, Carlos Lampe, para cubrir el espacio que dejó libre el ex arquero de Lanús. Agustín Rossi es el titular para el entrenador, pero el boliviano llegó para tener un experimentado en el banco de suplentes.

En plena recuperación, Andrada ya terminó con los trabajos de gimnasio y está todo dado para que comience a hacer trabajos de campo.

La ilusión es pura: la semana que viene quieren que comience a trabajar en roce con la pelota, y de salir todo bien, su vuelta al arco de Boca podría ser antes de lo pensado.

El 31 de octubre es la vuelta de las semifinales ante Palmeiras en Brasil. Ya descartado para la ida que se juega el miércoles 24 del mismo mes, todos piensan en una vuelta temprana para buscar hacer historia en la Copa.