Parece que finalmente se está agotando la paciencia de Jerry Jones hacia Jason Garrett y el cuerpo técnico de los Dallas Cowboys, después de años de fracasos a pesar de tener una plantilla de mucho renombre.

El propietario de la franquicia ha estado muy activo en los últimos días con sus declaraciones, metiendo presión al Equipo de América para rendir a la altura de lo esperado de una vez por todas.

En este sentido, Jones volvió a expresar su frustración cuando le preguntaron acerca de la situación contractual de Dak Prescott, quien sigue buscando una extensión sumamente lucrativa:

“Lo diré de esta forma. Creo que todos nosotros, incluyendo a las fans, queremos ganar un maldito partido de fútbol, ¿ok?. Ahora tengo muchas cosas en qué pensar. ¿Quién entrena? ¿Quién juega? ¿Quién se compara con otro jugador de otro equipo? ¿Qué tal si mejor ganamos algunos partidos, amigos? De lo demás podemos encargarnos nosotros. No soy conocido por acalambrarme a la hora de firmar cheques, pero quiero ganar algunos partidos”, declaró Jones en NFL Network.

Jones quiere que toda la atención se centre exclusivamente en ganar y aprovechar al máximo el potencial del equipo, y los rumores indican que esta podría ser la última oportunidad de Garrett al mando de los Cowboys.

Ahora, tendrán una tarea muy dura por el Día de Acción de Gracias cuando reciban a los Buffalo Bills, un enfrentamiento que puede tener enormes implicaciones en sus sueños de postemporada.