Realmente dejó mucho que desear el rendimiento de la Selección Mexicana, que no tuvo profundidad pero tampoco una defensa sólida.

Lo más destacable del encuentro fue este momento, del segundo tiempo, cuando Jesús Gallardo recibió una pelota de espaldas y con un taco y un veloz giro, dejó parado a Funes Mori con mucha categoría.

Lamentablemente la jugada no prosperó mucho, ya que el elemento del Monterrey corrió hasta el área pero la pelota se fue muy desviada.

Sin dudas el partido de todos los jugadores de la Selección Mexicana deja mucha tela para cortar, y el próximo entrenador deberá ajustar muchas tuercas.

Quizá las subidas de Gallardo sean una bocanada de aire fresco para el futuro del Tri.