En el inicio de 2019 no se vio a un hincha de Boca con mayor sonrisa que la que puso Juan Román Riquelmecuando fue sorprendido por el beso de su hija Flor.

El que se fue no fue un año sencillo para los Xeneizes, que todavía mastican la bronca por haber perdido la final de la Copa Libertadores nada menos que ante su clásico rival.

Pese a ello, el ídolo que amaga con lanzarse en busca de la presidencia del club despidió 2018 en una cumbre bien Xeneize, junto a Clemente Rodríguez, Nicolás Gaitán y Ricardo Noir.

Y por si no fuera suficiente la felicidad de reencontrarse con grandes amigos, arrancó 2019 con un beso lleno de amor de su hija Flor, que además es su admiradora número uno.