Hace hace tan solo un par de temporadas, los Cleveland Cavaliers de LeBron James lograron lo que ningún equipo en la historia de la NBA había conseguido: remontar un déficit de 3-1 en unas Finales para ganar el anillo de campeón.

Esa hazaña arruinó la campaña histórica de los Golden State Warriors que habían roto el récord de más triunfos en temporada regular con 73, superando incluso a los míticos Chicago Bulls de Michael Jordan y Scottie Pippen.

En este sentido, Kevin Love, pieza fundamental del tridente que se coronó campeón con los Cavaliers en 2016, compartió una anécdota contando cómo las palabras de LeBron James sirvieron para inspirar a sus compañeros:

“Recuerdo que Klay Thompson empezó a decir que eran mejores que los Lakers del ‘Showtime’. Así que fuimos al puente de la bahía y el comentario sigue apareciendo en las redes sociales y la radio en todos lados. Y ahí es cuando LeBron nos miró y dijo: ‘¿Saben qué muchachos? está escrito. Vamos a ganar mañana en la noche, vamos a tener un gran partido. Se va a poner difícil, se definirá hasta el último minuto, pero luego no perderemos en casa y en un juego 7 cualquier cosa puede pasar’. Y así nos inspiró. Todavía siento escalofríos cuando pienso en eso”.

Los Cavaliers ganaron tres partidos en fila para llevarse el trofeo Larry O’Brien a casa, pero cayeron el año siguiente nuevamente en las Finales, esta vez con Kevin Durant como parte de los Warriors.

Ahora, Love es el mejor jugador del equipo y líder indiscutible de una franquicia en reconstrucción, por lo que podría ser traspasado en algún punto de la próxima campaña a un equipo contendeinte.